La representación de las estaciones en mosaicos romanos se populariza a partir del siglo II d de C, documentándose a menudo en Hispania, siendo numerosos también en Italia, Galia y Norte de África. Normalmente se representan como figuras femeninas ya sea de cuerpo entero o mediante bustos, los cuales se popularizan en el siglo II d. de C. en la Bética. De estos se han encontrado numerosos pavimentos musivos en Córdoba, como es el ejemplo que me dispongo a realizar encontrado en las excavaciones arqueológicas que realizó Rocío Penco en el Barrio de Santa Rosa y que han quedado conservados in situ para su esperemos pronto disfrute de los ciudadanos.
La representación en cuestión viene dada por un busto femenino ataviada con ropajes veraniegos de vivos colores realizados con teselas de pasta vítrea, que dejan los brazos al descubierto. El sol le da en la cara desde arriba, observándose una piel quemada por los rayos del sol, empleando el ocre y los tonos rosados. La melena rojiza entrelaza con el negro y pajas secas de tonos amarillos, recogiéndose atrás en el típico moño de la época.
El mosaico que se encuentra en un estado bastante bueno, ha perdido algunas teselas y sufrido trituración y oscurecimiento de muchos de los colores, por lo que esta copia, tras una cuidada selección de los materiales y la delimitación del contorno original de las teselas nos ayudará a observar la obra tal y como fue en el momento de ser realizada.
Listo para la extracción con Tarlatana y cola de conejo, para su colocación en el lugar definitivo. ¿Quien será el afortunado de adquirir esta obra?
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